sábado, diciembre 12, 2015

A LAS TRES DE LA TARDE.
A las tres de la tarde
Se me antojó tu boca
Me llegó tu aroma como de improviso
Olor a flores, mujer y fuego
Me envolvió un sonido
como de polvo y risas
Se afiebró mi tacto de coral y piedra
Y tu cantar estaba
vibrándome a gritos
Desordenada y débil
Vaporosa, pequeña y frágil
Sentí tus latidos, tu color de niña
Hembra y amorosa hada de mis cuentos
Fantasías de infante acalorado
Con ese rubor flameante en mis mejillas
Por pensar aquello que me prohibía el mundo
Insistente, nocturno y melancólico
Con el romanticismo mágico
De algún preludio al piano
Dibujé tu calor hecho pasión y beso
Lo atrapé en mis manos
Como caricia intensa
Como tu pelo obstinadamente rítmico
Como el vaivén marino
De tu pasear sereno
Caminado alocada sobre mi cuerpo azul
Sumergiéndonos en abrazos
cosquilleos y pausas
Silencios
Palabras inconclusas, continuadas
con tu boca hermanada en mi boca.
A las tres de la tarde
Se me enredó tu nombre
Me despojó angustiado
de mi pensar y mi calma
Me desligó del tiempo
Me secuestró del aire
Y ya no hubo más horas ni más sitios
Ni calles y gentes
Tumultos o parques
Solamente tu sonido,
tu color y tu alma.
Poema "A las tres de la tarde", René Acevedo, Poemas Adolescentes, Ediciones Gatojurel, 2015.
Recuerden, los esperamos este jueves 17 de diciembre a las 20 horas en el Café Brazil, en Cuming 562, a pasos del metro Cuming.

Imagen: La persistencia de la memoria, Salvador Dalí, 1931.