LIBRO DE POEMAS "LA CASA DE LOS SUEÑOS"
APARECIO EL LIBRO DE POEMAS "LA CASA DE LOS SUEÑOS", DE EDUARDO VIVIAN BADILLA.
Estimados lectores, ya apareció el libro de poemas "La Casa de los Sueños", de Eduardo Vivian Badilla, bajo el sello de Kawell Kelun Editores. Junto a Fesal Chain, creemos que es un libro luminoso, con una poesia transparente y lárica, llena de imagenes evocadoras, a veces hermosas, a veces perturbadoras, más aún conociendo el contexto de su gestación y la epseranza libertaria de Eduardo.
Les dejo estos versos y la propia introducción del autor, de seguro querrán saber y leer mucho más.
René Acevedo Mena, profesor y poeta, editor de Kawell Kelun.
MI VIDA Y MI LITERATURA
Eduardo Vivian Badilla
Mi vida política
Me inicié en la lucha política en la Universidad Católica de Valparaíso, en la Jota (Juventud Comunista) en el año 1985. Aunque parezca un poco absurdo, todo partió por un error, porque cuando yo ingresé a la Jota, quería integrar las Brigadas Ramona Parra .
Por desconocimiento yo pensaba que el militante “x” era el encargado de propaganda de la célula. Cuando se aceptó mi ingreso, en la reunión de recibimiento se me preguntó qué me gustaba hacer o en qué área me quería desempeñar. Afirmé con tanta seguridad que quería ser “x”, que nadie dudó y se me concedió lo que solicitaba y desde ese momento fui el “x” de la célula.
Con posterioridad me llegó subrepticiamente un papelito citándome a una reunión en un departamento del puerto, a la cual llegué puntualmente. Cuando me di cuenta del error, ya era demasiado tarde, nadie me hubiera creído y hubiera quedado como un cobarde, y así fue como integré el Frente Mensaje, y en vez de llenar de colores las paredes y cerros de Valparaíso, terminé realizando acciones de sabotaje contra la dictadura.
Época maravillosa, de la que estoy orgulloso, éramos tan jóvenes, tan puros. Esos recuerdos de compañerismo y entrega, de los que ya no están, de tanto amor, de tantos miedos compartidos, de los sueños. Esos recuerdos los llevo como un tesoro precioso, invaluable en lo más hondo de mi ser. Como balance tengo la total convicción de que recibí más de lo que di, siempre daré gracias por esos años maravillosos, los años en que yo era el “Melky”.
Con el tiempo llegué a formar parte del Destacamento Estudiantil del Frente. El Destacamento se llamaba “Juan Chacón Corona”, que era un dirigente sindical. Después de leer su vida, la encontré extraordinaria y su audacia inspiraba nuestros actos.
Antes del plebiscito del 88 ya nos habíamos desconectado y no volvimos a reunirnos más. No hubo explicación, ni palabras, nada, simplemente desaparecimos del escenario, tampoco hubo a quien preguntarle y por qué.
Posteriormente, los duros años vividos en Curanilahue, contemplando y vivenciando la profundidad de la pobreza de la zona y el encuentro con personas que buscaban lo mismo, me hizo creer en un nuevo proyecto de dedicación exclusiva para el desarrollo de los trabajadores, de la clase obrera. La posibilidad de construir una organización política obrera,
Estaba presente la semilla de algo nuevo, pero con la característica principal de que el centro del trabajo político, debían ser los trabajadores que siendo la fuerza más importante, era al mismo tiempo la más golpeada y marginal, caracterizada por la falta de dirigentes, la dispersión, la atomización y el legalismo.
Sentimos entonces, que nuestro rol, era devolverle el protagonismo a nuestra clase, con un proyecto propio, con objetivos claros, con principios socialistas. Para ello, debíamos integrarnos en sus luchas diarias, en su cotidianidad, queríamos sintetizar nuestra experiencia, contextualizarla a este nuevo periodo.
Fue así que dimos forma al Fondo de Solidaridad y Cultura Obrera, para llevar nuestras ideas a los trabadores principalmente en lucha. Nos ligamos a muchísimas organizaciones, y creamos el Comité de Solidaridad por el Carbón.
Para llevar nuestra propuesta a regiones, creamos el periódico “La Herramienta” Este periódico alcanzó a tener 10 ediciones, cada una con 1.500 ejemplares. En otro momento, de este Fondo de Solidaridad y Cultura Obrera, el medio de difusión fue un Programa Radial en la emisora “Radio Tierra”, de Santiago: el Noticiero Obrero Sindical.
El grupo original y fundador, desde un principio determinó que para levantar y mantener nuestras iniciativas, había que obtener recursos mediante acciones de recuperación, que debían ser hechas por personas que tenían la experiencia y la experticia ya adquirida en las otras organizaciones. El que escribe era uno de ellos. La verdad es que yo estaba inmerso en una inercia combativa y por mis acciones, caí preso, llevo ya 13 años en distintas cárceles de Chile.
Mi literatura
Escribo desde los 16 años, cuando estudiaba en el Liceo de Hombres de Copiapó, lo hacía para mí y sobre el norte, la ciudad, el desierto y sus habitantes; siempre he sido tímido y rara vez he mostrado lo escrito. Me vine al sur aunque solo en cuerpo y no en alma. Mi viaje interior continuó en el desierto, aunque caminara bajo la lluvia y los cerros comenzaran a verdear. No se puede borrar la sensación de desamparo y soledad si has deambulado por Atacama. Aunque tomes sombra bajo un árbol colmado de pájaros, se posesiona de tu alma un espíritu de lejanías, de buscarlas, de serlo.
En la década de los 80, al llegar a Valparaíso, sumé otra lejanía a mi acervo y por un momento creí que la tierra era plana. Desde su vértigo, junto a otros miles de compatriotas me sumé a la lucha contra la Dictadura y por un país libre y democrático; aspiración que aún mantengo hasta el día de hoy. En la Universidad me hice de grandes amigos y compañeros y comencé a leer más y mejor. En este afán de lejanías, en los 90 llegué al sur, a Curanilahue, raíz de la lluvia y además de estar en las antípodas de mi ser, me di cuenta que toda esta agua era el peso en la balanza, que se equilibraba con el polvo del desierto.
En el año 1996, caigo preso, pero esto no tiene mayor incidencia en lo que escribo, básicamente escribo sobre lo mismo desde mi adolescencia. Quien marca y pone el tono de lo que escribo es el Desierto, incluso en la oscuridad de la prisión. Muy por el contrario, este mundo poético construido entre Atacama, Valparaíso y Curanilahue, me ha permitido desconectarme del mundo carcelario y cuando no escribo o leo, es cuando en más peligro me encuentro en este encierro.
El jardín de cactus.
Damnificado (1982)
El sol se ha desbordado
anegando la pieza
y todas mis pertenencias,
avanzando peligrosamente
hasta esta página.
Mar de Caldera
Amargo mar,
sol de mis huesos,
bórrame toda faz
con tu oleaje,
como a la roca
de severas sienes
que surca la niebla
cada madrugada.
La iglesia de los pájaros
En un principio,
equivocadamente reunió a los hombres,
pero su destino era otro.
Estaba escrito para
después de su destrucción,
cuando en ella
se congregaran los pájaros.
Madre
¿Recuerdas madre,
cuando a ti regresábamos
para que nos remendaras
la ropa o las rodillas?
¿Recuerdas madre,
cuando a la muerte
le éramos indiferentes,
las escuelas territorios prohibidos
y el sol un guardián
que nos ahuyentaba
de todos los peligros?
¿Recuerdas madre,
cuando éramos más pequeños
e inmensos que ahora?
En la casa de los sueños
En la casa de los sueños,
en la entrada,
hay un nido que pide silencio
y un timbre de arena.
Está hecha de labradas rendijas
para que sacien su curiosidad
los niños y los astros.
También hay una chimenea inútil
atiborrada de libros.
En la casa de los sueños,
nuestros hijos se han perdido
en el bosque de su dormitorio
dejando un rastro de migas.
En la casa de los sueños,
hay un asilo de palomas
y nuestro amor recrudece
como un jardín enloquecido
y perdura
como los espejismos
migrando de lejanía en lejanía.
Poemas de Eduardo Vivian Badilla.
Ilustración de Miguel Acevedo Fonseca (artista de 13 años).
La Casa de los Sueños, Kawell Kelun Editores, diciembre de 2009.